10 Actitudes Pasivo-Agresivas: ¿Te Manipulan Sin Que Lo Sepas?

Las actitudes pasivo-agresivas se manifiestan a través de comportamientos indirectos y a menudo contradictorios, que enmascaran sentimientos de ira, resentimiento o descontento.

Aunque pueden parecer inofensivas a primera vista, estas actitudes pueden tener consecuencias perjudiciales tanto en nuestras relaciones interpersonales como en nuestro bienestar emocional y profesional.

En este artículo exploraremos qué son estas actitudes, cómo se manifiestan y por qué es importante identificarlas y trabajar en su superación.

¿Qué son las actitudes pasivo-agresivas?

El término «pasivo-agresivo» se refiere a un patrón de comportamiento en el cual una persona expresa sus sentimientos negativos de manera indirecta, evitando la confrontación directa.

En lugar de decir abiertamente lo que les molesta, las personas con actitudes pasivo-agresivas optan por actuar de forma ambigua, utilizando el silencio, la procrastinación, el sarcasmo o la evasión para comunicar su descontento.

Este estilo de comunicación suele dificultar la resolución de conflictos, ya que la verdadera fuente del problema rara vez se aborda de manera directa.

actitudes pasivo-agresivas

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Manifestaciones comunes y ejemplos

Las actitudes pasivo-agresivas pueden adoptar diversas formas, algunas de las cuales incluyen:

1. Silencio punitivo (Ley del hielo):

Una persona evita comunicarse después de un conflicto, dejando a su interlocutor sin señales claras de qué ha causado el malestar.

  • Ejemplo: Tras una discusión con un amigo, pareja o familiar, en lugar de expresar cómo se siente o qué le molesta a la otra persona, esta sólo deja de hablarte o contestar tus llamadas y mensajes. Al hacer esto hace que te sientas confundido, ansioso, sin saber cómo arreglar la situación.

2. Sarcasmo excesivo:

Emplear comentarios sarcásticos o irónicos para transmitir frustración o desacuerdo sin expresarlo de manera abierta o clara afectando el sentir de la otra persona.

  • Ejemplo: Durante una reunión de trabajo, cuando un colega presenta una idea, alguien comenta: «¡Vaya, qué original! Nunca se me hubiera ocurrido algo tan… innovador», utilizando el sarcasmo para criticar la propuesta sin exponer directamente su desacuerdo. O como cuando una persona le dice a su pareja: «¡Guau, menos mal que estabas lista en 5 minutos!».  En este caso en lugar de expresar directamente su frustración por la espera, la persona recurre al sarcasmo, lo que puede generar una reacción defensiva en la pareja en lugar de fomentar una conversación sobre la puntualidad.

3. Procrastinación intencional:

Retrasar tareas o compromisos como forma de expresar descontento o resistencia ante una situación, lo que puede afectar el rendimiento de un equipo o proyecto.

  • Ejemplo: Un empleado, molesto por no haber sido considerado para un proyecto, retrasa deliberadamente la entrega de su parte del trabajo, usando la demora como una forma de protesta encubierta.

Esto también pasa mucho en las pareja, sobre todo de casados:

  • Pareja A: «Cariño, ¿recogiste la ropa de la tintorería como te pedí?»
  • Pareja B: (sin levantar la vista del teléfono) «Oh, sí, claro… bueno, no. Pero tranquilo/a, la ropa no se va a escapar de ahí, ¿verdad?»

En este caso, la persona retrasa la tarea a propósito y, en lugar de asumir la responsabilidad o dar una razón válida, usa una respuesta despreocupada y condescendiente para evitar la conversación, lo que puede generar frustración en su pareja.

4. Cumplidos con doble filo:

Hacer comentarios que aparentan ser halagos pero que en realidad llevan una crítica oculta.

  • Ejemplo: Una persona dice a un compañero: «Qué bien te queda ese traje, para alguien que nunca se había preocupado por vestirse bien», haciendo un elogio que al mismo tiempo es una crítica velada a su imagen previa.

En parejas vendría siendo algo así:

  • «¡Guau! No sabía que sabías usar la cocina. Esto es histórico, deberíamos marcarlo en el calendario.»

Aunque en apariencia es un cumplido, en realidad lleva una crítica oculta sobre la falta de iniciativa de la pareja en la cocina. En lugar de agradecer el esfuerzo, el comentario minimiza la acción y puede hacer que la otra persona se sienta menospreciada.

5. Obstruccionismo encubierto:

Actuar de manera distraída o presentar excusas para evitar contribuir al progreso en proyectos grupales, lo que puede frenar la productividad y generar tensiones.

  • Ejemplo: En un equipo de proyecto, una persona que discrepa con la dirección adoptada ofrece ideas superficiales o se muestra distraída durante las reuniones, dificultando el avance sin confrontar abiertamente sus reservas.

En parejas se da cuando alguien finge cooperar, pero en realidad pone trabas o actúa de manera pasiva para evitar hacer algo.

  • Pareja A: «Amor, ¿puedes ayudarme a organizar el clóset este fin de semana?»
  • Pareja B: «¡Por supuesto! Solo dime qué hacer.»
    (Luego, cuando empieza la tarea, lo hace de manera exageradamente lenta y desordenada)
  • Pareja A: «Pero… estás mezclando toda la ropa.»
  • Pareja B: «¡Ay, qué difícil! No sé cómo lo haces tú, mejor lo hago después… o quizás deberías hacerlo tú, eres mucho mejor en esto.»

Aquí, la persona aparenta estar dispuesta a ayudar, pero en realidad obstaculiza la tarea de manera intencional para que su pareja termine haciéndolo por su cuenta. Es una forma pasivo-agresiva de evitar la responsabilidad sin decirlo directamente.

6. Victimización:

Asumir el rol de víctima ante críticas o situaciones conflictivas para evadir la responsabilidad y manipular el ambiente, generando confusión en las relaciones.

  • Pareja A: «Oye, me molesta que siempre estés en el teléfono cuando estamos cenando. Podrías prestarme más atención te estoy hablando.»
  • Pareja B: (suspira dramáticamente) «Ah, claro, soy la peor pareja del mundo. Nunca hago nada bien, ¿verdad? Debería simplemente dejar de existir.»

En lugar de asumir la responsabilidad o dialogar sobre el problema, la persona se victimiza de manera exagerada para evitar la conversación y hacer que su pareja se sienta culpable, desviando el foco del problema real.

7. Negación de emociones:

Reprimir o minimizar los propios sentimientos, manifestándose en actitudes frías o distantes, lo que puede conducir a la acumulación de resentimiento y explosiones emocionales inesperadas.

  • Ejemplo: Después de sentirse herido por un comentario, la persona insiste en decir «no estoy molesto» o «no me pasa nada», pero luego actúa de manera distante o fría, acumulando resentimientos sin expresarlos abiertamente.

8. Comentarios indirectos:

Realizar observaciones ambiguas que dejan entrever descontento sin abordar el problema de frente, lo que dificulta la identificación y solución del conflicto.

  • Ejemplo: En lugar de decir directamente que la propuesta de un colega no le convence, alguien comenta en voz baja: «Interesante cómo algunos creen que este proyecto será un éxito sin tener ni idea de lo que implica», dejando un mensaje crítico que solo algunos pueden interpretar.

En parejas se da mucho esta situación como cuando uno le dice al otro: 

  • (mirando su teléfono) «Wow, qué suerte tienen algunas personas… sus parejas siempre las sorprenden con detalles lindos, sin necesidad de que se los pidan.»

En lugar de expresar abiertamente que le gustaría recibir más muestras de cariño o sorpresas, la persona usa un comentario indirecto para insinuarlo, esperando que su pareja capte el mensaje. Esto puede generar frustración o confusión, ya que la comunicación no es clara y deja espacio para malas interpretaciones. Muchas discusiones van de la mano con este punto al no entender lo que la otra persona quiere o quiso decir, todo por no ser directo con la pareja.

9. Competencia encubierta:

Convertir cualquier situación en una competencia de manera sutil, restando importancia a los logros de la pareja o tratando de superarla en todo.

  • Ejemplo:
  • Pareja A: «¡Estoy muy feliz! Hoy me dieron un reconocimiento en el trabajo.»
  • Pareja B: «Ah, qué bien. Yo también recibí uno hace un par de años, pero era por algo más difícil. Igual, felicidades.»

Aquí, la persona no celebra realmente el logro de su pareja, sino que lo minimiza comparándolo con algo propio, lo que puede hacer que la otra persona se sienta menos valorada.

10. Exagerar el olvido de cosas importantes:

Olvidar de manera «casual» fechas, compromisos o peticiones importantes como una forma de expresar descontento o evitar responsabilidades.

  • Ejemplo:
  • Pareja A: «Hoy era nuestro aniversario… ¿te acordaste?»
  • Pareja B: «¡Oh, qué raro! Juraría que era la próxima semana… bueno, igual, ¡feliz aniversario!»
  • Pareja A: «Te lo recordé hace dos días…»
  • Pareja B: «Ay, perdón, sabes que soy malísimo/a para recordar esas cosas.»

En este caso, la persona olvida un evento importante, posiblemente a propósito, y usa la excusa del «despiste» para no asumir la responsabilidad de su falta de interés.


Estrategias para abordar y superar las actitudes pasivo-agresivas

1. Reconocimiento personal

El primer paso para superar cualquier actitud negativa es reconocer su existencia. Es fundamental hacer una introspección honesta y reconocer cuándo se están utilizando mecanismos pasivo-agresivos en lugar de una comunicación abierta y sincera.

2. Fomentar la comunicación asertiva

La asertividad implica expresar de forma clara y respetuosa lo que se siente y se necesita, sin recurrir a indirectas o manipulaciones. Aprender a decir «no», expresar desacuerdos y negociar soluciones son habilidades esenciales para mejorar la comunicación.

3. Gestión emocional

Desarrollar inteligencia emocional ayuda a identificar, comprender y gestionar nuestras emociones. Prácticas como la meditación, el mindfulness o incluso la terapia pueden ser herramientas útiles para aprender a canalizar las emociones de manera constructiva.

4. Buscar feedback y reflexionar

Pedir retroalimentación a personas de confianza puede aportar una perspectiva externa sobre nuestras actitudes. Reflexionar sobre cómo nuestros comportamientos afectan a los demás es clave para el crecimiento personal y la mejora de las relaciones.

5. Establecer límites y compromisos

Tener límites claros en las relaciones personales y laborales puede evitar que se acumulen resentimientos. Además, comprometerse con el diálogo y la resolución de conflictos permite abordar los problemas de manera directa, evitando la recurrencia de actitudes pasivo-agresivas.


Conclusión

Las actitudes pasivo-agresivas, aunque puedan parecer una forma de evitar conflictos, en realidad generan tensiones y dificultan la construcción de relaciones saludables en parejas y un ambiente laboral productivo. Reconocer estas actitudes y trabajar en el desarrollo de una comunicación asertiva y una gestión emocional adecuada es esencial para mejorar nuestro bienestar y nuestras relaciones interpersonales.

Adoptar un enfoque proactivo frente a los conflictos, aprender a expresar nuestras emociones de manera clara y buscar ayuda cuando sea necesario son pasos fundamentales para transformar patrones de comportamiento perjudiciales en hábitos constructivos. En última instancia, el cambio comienza con la autoconciencia y el compromiso de crecer emocionalmente, lo que se traduce en una vida más plena y armoniosa.

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