¿Qué significa ser neurodivergente?

En los últimos años, el término «neurodivergente» ha ganado popularidad y ha generado conversaciones sobre cómo entendemos el funcionamiento del cerebro humano. Pero, ¿qué significa realmente ser neurodivergente?

A continuación, desglosaremos este concepto de una manera fácil de entender y exploraremos por qué es importante reconocer las diferencias en la forma en que nuestros cerebros funcionan.

¿Qué significa ser neurodivergente?

¿Alguna vez te has sentido diferente, como si vieras el mundo desde una perspectiva única? Pues no estás solo. Lo cierto es que no todos pensamos, aprendemos o percibimos el mundo de la misma manera, ¡y eso es algo maravilloso! Es parte de lo que nos hace humanos: la diversidad en la forma en que nuestros cerebros funcionan. Cada uno de nosotros procesa la información, aprende y entiende su entorno de maneras distintas.

Sin embargo, durante mucho tiempo, se ha etiquetado como «normal» o «típico» a ciertos tipos de funcionamiento cerebral, mientras que otros han sido vistos como «diferentes» o incluso «problemáticos». Aquí es donde entra en juego el concepto de neurodivergencia.

Ser neurodivergente no es algo complicado ni misterioso; simplemente significa que tu cerebro funciona de forma diferente a lo que comúnmente se considera «típico» o «correcto». Algunas personas procesan la información de manera «neurotípica», lo que quiere decir que sus cerebros operan según lo que la sociedad espera o define como lo usual. Pero tranquilo, ¡esto no es algo negativo! De hecho, muchas de las mentes más brillantes y creativas de la historia han sido neurodivergentes.

Por otro lado, quienes son neurodivergentes tienen cerebros que funcionan de una manera distinta, lo que influye en cómo piensan, aprenden, sienten y actúan en el mundo. ¡Y esta diversidad es una de las grandes riquezas de la humanidad!

qué significa ser neurodivergente

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Ejemplo de persona neurodivergente

Veamos a continuación un ejemplo para ilustrar mejor lo que significa ser neurodivergente:

Imagina que estás en una clase donde todos los estudiantes aprenden matemáticas de la misma manera: leyendo libros y resolviendo problemas en papel. Sin embargo, hay un estudiante que tiene dislexia y encuentra difícil leer los textos, pero es excelente resolviendo problemas visualmente, usando imágenes o diagramas. Este estudiante es neurodivergente porque su cerebro procesa la información de una manera diferente a la mayoría de los estudiantes.

Mientras que otros podrían aprender fácilmente leyendo, este estudiante necesita ver los problemas representados de forma gráfica para entender mejor. Con el apoyo adecuado (como el uso de herramientas visuales o explicaciones más gráficas), este estudiante puede sobresalir en matemáticas, incluso si su forma de aprender es distinta. En lugar de ver su dislexia como una desventaja, el enfoque neurodivergente permite reconocer que simplemente necesita un enfoque diferente.

Este ejemplo muestra cómo ser neurodivergente no significa que la persona sea menos capaz, sino que su cerebro necesita otras formas de apoyo para aprovechar su potencial.

¿Qué condiciones se consideran neurodivergentes?

El término neurodivergente incluye una variedad de condiciones que afectan el funcionamiento cerebral. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Autismo: Las personas autistas pueden procesar la información sensorial de manera distinta, tener patrones de comunicación y socialización únicos, y ver el mundo desde una perspectiva diferente.
  • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Quienes tienen TDAH pueden experimentar dificultades para concentrarse en tareas, controlar impulsos o mantenerse organizados, pero también pueden ser altamente creativos y pensar «fuera de la caja».
  • Dislexia: Las personas con dislexia pueden tener dificultades con la lectura y la escritura, pero a menudo desarrollan habilidades especiales en otras áreas, como la resolución de problemas o el pensamiento visual.
  • Discalculia: Este es un trastorno que afecta la habilidad para entender y trabajar con números y conceptos matemáticos.
  • Trastornos de ansiedad o del estado de ánimo: Algunas personas que experimentan ansiedad o depresión a menudo encuentran que sus cerebros funcionan de manera distinta en términos de cómo procesan las emociones y el estrés.

Estas son solo algunas condiciones dentro del espectro de la neurodivergencia, pero la lista sigue creciendo a medida que se comprende más sobre el cerebro humano.

¿Qué no es la neurodivergencia?

Es importante destacar que ser neurodivergente no significa que alguien tenga una enfermedad o un defecto que deba ser «corregido». Tampoco implica que una persona sea menos capaz o tenga menos valor que alguien neurotípico. En lugar de eso, la neurodivergencia es solo una manera diferente de ser. Así como algunas personas son diestras y otras zurdas, algunos cerebros funcionan de manera neurotípica y otros son neurodivergentes.

Rompiendo estereotipos: lo que la neurodivergencia no debe significar

A menudo, las personas neurodivergentes enfrentan estigmas y malentendidos. Un mito común es que las personas con condiciones neurodivergentes no pueden tener éxito o llevar vidas plenas. Esto no es cierto. De hecho, muchas personas neurodivergentes han hecho contribuciones increíbles en diversos campos. Desde artistas hasta científicos, algunos de los genios más brillantes de la historia, como Albert Einstein, se cree que tenían rasgos de neurodivergencia.

Otro estereotipo es que las personas neurodivergentes son «más difíciles» de tratar o que no pueden integrarse bien en la sociedad. Este tipo de creencias surge de la falta de comprensión sobre cómo estos cerebros funcionan. La realidad es que muchas personas neurodivergentes simplemente necesitan apoyo o ajustes que se adapten a sus formas de aprendizaje y trabajo.

La importancia de la aceptación y el apoyo

Entender la neurodivergencia también nos lleva a reconocer la importancia de la aceptación. En lugar de esperar que todos se adapten a un modelo de «normalidad», la neurodiversidad nos enseña que debemos aceptar y apoyar las diferentes formas en que el cerebro humano funciona.

Por ejemplo, en las escuelas y lugares de trabajo, a veces es necesario hacer ajustes para que las personas neurodivergentes puedan prosperar. Esto podría incluir métodos de enseñanza más flexibles, tecnología de asistencia, o simplemente ser más comprensivos con las diferencias de comportamiento. Cuando las personas neurodivergentes reciben el apoyo que necesitan, no solo logran tener éxito, sino que también aportan nuevas perspectivas y habilidades que enriquecen a toda la comunidad.

Neurodivergencia: una nueva manera de ver el mundo

La neurodivergencia no es algo que deba ser visto como una limitación. En cambio, es una forma diferente y valiosa de experimentar y entender el mundo. Al aceptar y celebrar la diversidad en el cerebro humano, abrimos la puerta a una mayor inclusión y empatía.

Un ejemplo interesante de esta inclusión es el movimiento de «neurodiversidad», que promueve la idea de que las diferencias en el cerebro deben ser vistas como una parte natural de la variación humana, no como un problema que necesita ser solucionado. Este enfoque destaca que todos, sin importar cómo funcione su cerebro, tienen el derecho de ser respetados y apoyados.

Cómo apoyar a las personas neurodivergentes

Existen varias formas en las que podemos apoyar a las personas neurodivergentes, tanto en la vida diaria como en entornos más formales como el trabajo o la escuela. Algunas de estas incluyen:

  • Ser pacientes y comprensivos: Todos procesamos la información de manera diferente. Ser paciente con las personas que piensan o actúan de manera distinta es clave para crear un ambiente inclusivo.
  • Escuchar y aprender: En lugar de hacer suposiciones, es importante escuchar a las personas neurodivergentes sobre sus experiencias y necesidades. Ellos son los mejores expertos en cómo funciona su cerebro.
  • Hacer ajustes: Si trabajas o vives con una persona neurodivergente, es útil estar dispuesto a hacer ajustes en el entorno que faciliten su vida diaria, como proporcionar un espacio de trabajo tranquilo o permitir descansos adicionales.

Conclusión: todos somos únicos

Ser neurodivergente significa que tu cerebro funciona de una manera única, pero eso no te hace menos capaz o valioso que alguien que tiene un cerebro neurotípico. Al contrario, esta diversidad en la forma en que pensamos y actuamos enriquece nuestra sociedad y nos ayuda a encontrar soluciones innovadoras a problemas complejos. La neurodivergencia no es un problema a solucionar, sino una parte esencial de la variedad humana que debemos aprender a aceptar y celebrar.

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